Con motivo de celebración de El Día de La Mujer Trabajadora, antiguas alumnas del centro, tras varios años de andadura personal y profesional fuera de nuestras fronteras, han aceptado nuestra invitación a responder algunas preguntas que nos acerquen un poco a cómo les ha ido, cómo recuerdan su paso por el instituto y cuáles son sus planes de futuro. Esperamos que disfruten tanto de las entrevistas como lo hemos hecho nosotras/os.

Hola! Me llamo Paula, y estudié tanto la primaria como el instituto en el maravilloso pueblo de Tegueste. Más tarde estudié Violín en el Conservatorio Superior de Música de Canarias, y ahora estoy viviendo en Estados Unidos. Aquí estoy estudiando un máster en Performance (que viene siendo un máster en «tocar el violín») y trabajando para la universidad en la que estudio. Me encanta viajar y descubrir sitios, personas, comidas y culturas nuevas. Pero, me encantaría volver a Canarias y vivir allí, porque es uno de los lugares más especiales que existen. Mientras tanto, seguiré cocinando mojo y papas arrugadas allí donde vaya. ¡Que eso nunca falte!

1. Como antigua alumna, ¿qué recuerdas del instituto? ¿Algún recuero que quieras compartir con nosotros/as?

Recuerdo quejarme mucho, quejarme porque no le veía la utilidad a la sintaxis por ejemplo (al final se la he visto, ánimo con ello). Recuerdo las fiestas, los recreos, la cafetería. También los bailes de magos, en particular uno: cuando estaba en primero de bachillerato mi clase fue la única clase que llevó todas las papas fritas de bolsa que encontramos, muy canario, y también cerveza (sin alcohol), así que nuestra mesa fue la favorita por parte del profesorado.

2. ¿Mantienes el contacto con tus compañeros/as?

Con algunas sí, con otras no. Forma parte de la vida, de crecer, de cambiar, tanto personalmente como físicamente de espacio. Pero, obviamente, si da la casualidad de encontrarme con alguna persona, siempre me alegra y me gusta saber que están bien y felices. Pero sí que mantengo muy buena amistad con algunas personas que han sido mis amigas durante mucho tiempo y por las que estoy eternamente agradecida.

3. Desde la lejanía del tiempo y el espacio, ¿Cómo te sientes ahora cuando piensas en esa época de estudiante de secundaria?

Fue una etapa complicada. En la adolescencia se sufren muchos cambios, que a veces yo no entendía muy bien (y quizás las personas que lean esto comparten mi experiencia), y el tiempo es lo que te da la perspectiva de entender y saber el por qué. Hubo momentos muy felicides y muy divertidos que recuerdo con mucho cariño. También recuerdo con mucho cariño a parte del profesorado que me marcó, me animó y me escuchó siempre. Y personas a las que conservo que valen oro. Pero también recuerdo pasarlo mal, llorar, y querer salir corriendo. También es la etapa en la que empiezas a enfrentarte tu sola a lo que luego va a ser la vida, a las relaciones sociales, a muchos sentimientos que a veces no sabía gestionar. Pero como todo es una cuestión de balance (bajo mi punto de vista), de todo se aprende y yo aprendí mucho, tanto académicamente como personalmente. Pero si me preguntaras si volvería otra vez al instituto, la respuesta es ¡no! (jaja).

4.¿Tienes actualmente algún plan de futuro o proyecto personal o profesional en el que estés ahora comprometida?

Pues no tengo ningún plan de futuro. Me gustaba mucho hacer planes cuando estaba en el instituto pero no tardé mucho en darme cuenta que los planes solo traen infelicidad. Está bien planear, no es muy recomendable tampoco ir a lo loco, pero sí que intento centrarme en lo que estoy viviendo ahora y disfrutarlo. Ahora mismo estoy viviendo en el extranjero intentado disfrutar de esta oportunidad y experiencia que tengo. Creo que si tuviera que darle un consejo a mi yo del pasado sería ese: disfruta de todo lo que puedas, porque lo que vas a vivir ahora no lo volverás a vivir nunca.

5. Una lectura que te haya gustado y que quisieras recomendar.

Por ser el día de la mujer, el deber me dice que recomiende Una Habitación Propia, de Virginia Wolf. Y voy a hacer una trampa y a recomedar otro libro que leí hace poco y me gustó mucho que se titula Las Cosas Que Perdimos en el Fuego, de Mariana Enriquez. Pero si te da miedo el género de terror, ¡no lo leas!