Con motivo de celebración de El Día del Libro, tenemos la suerte de poder charlar con antiguas alumnas del centro que, tras varios años de andadura personal y profesional fuera de nuestras fronteras, nos han contado cómo les ha ido y en qué proyectos están trabajando actualmente.

¡Hola! Me llamo (Tamara) Tayri Muñiz Pérez, pero decidí firmar utilizando mi segundo nombre porque me gusta más (aunque mis amigos de siempre y mi familia me siga llamando Tamara). Estudié en el IES Tegueste secundaria y bachillerato. Después, me fui a Madrid para estudiar el doble grado en Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid. Durante esos años, aproveché que mi carrera duraba seis años para realizar distintos intercambios. Así, viví durante un curso entero en Sevilla, Río de Janeiro y Lisboa. Durante esos años tuve la suerte de poder viajar mucho por América Latina y Europa. El año que viví en Brasil, tuve la suerte de caer en una universidad que me enseñó edición de vídeo y se me abrió un mundo. Como lo disfrutaba tanto, al terminar la carrera me apunté en el Instituto del Cine de Canarias y estudié durante un año Dirección de Cine. Paralelamente publiqué mi primer libro ‘Revolución adentro’ (2020) con Ediciones La Palma. Actualmente trabajo como periodista cultural y vivo en Las Palmas de Gran Canaria. Me dedico, principalmente, a comunicar sobre arte y literatura. Escribo artículos, hago entrevistas en vídeo, tomo sesiones de fotos…  Tengo la inmensa suerte de amar mi trabajo. Lo único que les recomendaría, de cara al futuro laboral, es que estudien aquello que les apasione de verdad y luchen por poder dedicarse a ello. El panorama laboral puede dar miedo, pero trabajar ocho horas diarias en algo que no te gusta lo da aún más.

1. ¿Alguna lectura en concreto que quieras destacar de tu infancia?


Siempre me gustó leer. Mis padres me leían poemas de Federico García Lorca y de Alberti para irme a dormir. En general, podía leer casi cualquier cosa porque me causaba curiosidad. Seré la excepción que confirma la regla: a mí me encantaban las lecturas que me mandaban en el instituto. Recuerdo que en 4º de la ESO leí El Guardián entre el Centeno (1961) de Salinger o Los Crímenes de la Calle Morgue (1941) de Edgar Allan Poe. Pero lo más interesante de verdad fue en bachillerato, cuando me descubrieron a Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Josefina de la Torre o el teatro de Lorca con La Casa de Bernarda Alba (1936).


2. ¿Cómo fue el paso de lectora a escritora?


Todo el mundo ha escrito alguna vez un poema ¿verdad? Durante el colegio es normal escribir cuentos. Ese paso fue natural y ocurrió cuando aprendí a escribir y nunca dejé de hacerlo. Cuando una emoción me desborda, mi forma de canalizar es escribir. Cuando eso no ocurre, hacerlo antes de dormir consigue que acabe siempre el día contenta. El arte es terapéutico. Y, por fortuna, todas y todos podemos practicarlo. Todas y todos podemos hacer arte e irnos a dormir un poquito más felices.

 
3. Mucha de tu producción literaria se enmarca dentro del género lírico, ¿por qué? ¿Qué tiene la poesía de especial para ti?

Nada especialmente. Siempre he pensado que podría haberme dedicado a cualquier otro arte, como de hecho ocurre. También hago cortometrajes y fotografía. Para mí, el objetivo del arte es comunicar sensaciones. Escribo poemas porque sé escribir y porque siempre los he hecho. Pero en otra vida me vería dedicándome a la música. 
Al final, todas las expresiones artísticas están muy interconectadas: un libro de poemas y una exposición son prácticamente lo mismo, pero expresados de distintas formas. La edición de vídeo y la producción musical también tienen muchos puntos en común, en cuanto a todas las pistas que hay que elaborar para que el resultado convezca…  Sara Socas también estudió en el IES Tegueste. Cuando la veo improvisar en las batallas de gallos me doy cuenta de que lo que hacemos ambas se parece mucho: encontrar la palabra precisa que encaje, que resulte elocuente y que deje a quien lo escucha/lee con la sensación de un ‘punchline’.

 
4. Éste es un género que no parece gustar mucho a la gente joven. ¿Estás de acuerdo? ¿A qué se debe eso? ¿Cómo podríamos fomentarlo desde el aula o el centro?

No, no estoy de acuerdo. Y no hay más que ver el panorama canario: los jóvenes autores lo que más escriben es poesía, que es leída mayoritariamente por otros jóvenes. También habría que especificar qué es poesía. Yo creo que las personas que escriben rap son poetas. De hecho, mi Trabajo de Fin de Carrera fue una disertación defendiendo esta idea. Sus textos no se publican en un libro, como hago yo. Pero en voz alta se leía también la Ilíada y la Odisea de Homero, y nadie duda que él fuese poeta.


5. Sabes que el Plan de Lectura se trabaja en todos los centros, ¿qué opinión te merece?

Creo que los profes se lo curran muchísimo para que sus alumnos lean. No siempre es tan efectivo porque la situación social de los alumnos, y hasta su propia voluntad, determina muchísimo. Pero sí que creo que acercar la lectura a través de autoras y autores jóvenes, como hacen con Panza de burro (2020) de Andrea Abreu, puede ser una forma útil de fomentarlo. A veces el amor por la lectura se desarrolla con el tiempo, y al descubrir a las autoras y autores que encajan contigo. Así pasó con mi amiga Aida González Rossi. Comenzó a interesarse a partir de los 19 años y a día de hoy, es una de las escritoras jóvenes más leídas a nivel de España. Para mí, los libros que leí en el instituto fueron determinantes. Muchas de las lecturas que me construyeron como persona fueron leídas durante los seis años en el IES Tegueste, y posiblemente no las hubiese descubierto de otra forma. Yo les animo a que vean el libro como un viaje. La biblioteca del centro está llena de viajes que nos pueden llamar más o menos. Pero siempre habrá alguno que nos llame más la atención.

 
6. ¿Tienes algún proyecto literario nuevo o en el que estés ahora mismo trabajando?


¡Pues sí! Y estoy muy contenta, porque me está gustando el resultado. Se trata de otro libro de poemas. 
Cuando viví en Lisboa, un profesor de literatura me dijo que nuestra visión del mundo podía entenderse como se hace con dos cuentos que nos leen cuando somos niños: el Patito feo y el Libro de la selva. La moraleja del patito feo es ‘encuentra a los tuyos’, y el del Libro de la selva ‘La humanidad son los tuyos’. Quiero pensar que mi visión del mundo se acerca más a la segunda, pero esto sería imposible sin tener un ‘colchón humano’ que te haga sentir querida. Estoy escribiendo sobre esa relación entre intimidad y fraternidad.

 
7. Aparte de la literatura, ¿qué otros ámbitos artísticos despiertan tu interés?


Estudié cine y me siento tan ligada a la producción audiovisual como a la literaria. Ahora mismo estoy haciendo un máster de Creación y producción transmedia, y mi proyecto de fin de grado es un corto documental sobre la familia Millares, una familia de artistas de Gran Canaria. Así que es tan fácil verme escribiendo un artículo o un poema como llevando la cámara a todos lados. Por otro lado, la inmensa suerte de trabajar como periodista cultural es que, mi trabajo, consiste en ver exposiciones, acudir a conciertos, ver obras de teatro, leer libros… Me siento muy afortunada, porque estoy en contacto constante con, quizá, todas las disciplinas artísticas. Todas las disfruto.
Soy tan fan de un concierto de música clásica como de uno de Rosalía o C. Tangana. El arte sirve para entender el mundo en el que vivimos, y en este mundo, por fortuna, cabemos todas y todos.