Mi mombre es Cristina Mahelo. Nací en ese pueblito sin mar de Tenerife llamado Tegueste. La música, la escritura, el arte y el periodismo son parte de mi rutina y meditaciones diarias. Me gusta llamar al activismo que realizo “artivismo”, porque creo que el arte es el gran propulsor y canal de todas las luchas sociales y desde el que me siento más cómoda comunicándome. Publiqué recientemente el fanzine “Amiga, decoloniza tu barriga”, que resume perfectamente mi relación actual con el mundo, desde la crítica antigordofóbica hasta los haceres feministas entre amigas. Me gusta hacer fanzines porque son revoltijos de técnicas, trazos y contenidos. Al igual que yo. Soy un revoltijo. Soy un fanzine.

Estamos celebrando el Día del Libro, ¿recuerdas cómo te iniciaste en el maravilloso mundo de la lectura?

Recuerdo perfectamente el primer libro que leí, entendí y disfruté en mi vida. A mi madre le encantaba regalarme libros de la colección literaria “El barco de vapor”, y uno de los primeros que me compró fue “¡Jorge habla!”, de Dick King-Smith. En este libro, la hermana de un bebé de cuatro semanas descubre que este puede hablar. Sin embargo, esto debe ser un secreto que no pueden descubrir el resto de familiares.

Gracias a la imaginación que me abrió y aportó esta lectura viví muchos años de mi infancia creyendo que todos los bebés podían hablar, e intentaba interactuar con ellos para descubrirles y conocer su secreto.

Es increíble como un libro puede hacerte ahondar tanto en tu imaginación hasta el punto de querer vivir esas realidades que encuentras entre las páginas de un cuento, una novela…

¿Alguna lectura en concreto que quieras destacar de tu infancia?

Creo que el libro que más me marcó en mi infancia fue “La ladrona de libros” (que más tarde fue adaptada a película). Recuerdo que se lo pedí a mi madre con 11 o 12 años, porque “ya podía leer libros de mayores”. Fue el primer libro que leí ambientado en una época histórica tan dura como el nazismo en Alemania, pero el hecho de poder ver aquella realidad desde los ojos de otra niña con la que poder empatizar me hizo comprender y querer saber más sobre lo que se vivió en ese contexto histórico.

¿Cómo fue el paso de lectora a escritora?

Para mí este binomio lectora-escritora siempre fue un poco de la mano. Todas las personas a las que nos gusta leer y escribir (más allá de que publiquemos libros o no) somos en parte lectoras y escritoras al mismo tiempo. Mi pasión por la lectura siempre me ha inspirado a escribir, y viceversa. Incluso, si desligamos el concepto de escritoras como algo exclusivo a quienes escriben libros, las que creamos contenido en redes sociales, las que trabajan en publicidad y describen poéticamente los diálogos de un anuncio, las que acompañan sus obras plásticas de textos que las describen, las que graban una voz en off para un cortometraje… de alguna forma u otra todas son escritoras. Me encanta observar como se pueden ampliar las fronteras de muchas profesiones, sin que eso suponga un abandono de sus usos originales y tradicionales. Todo convive; se transforma como Rosalía, pero permanece con su propia esencia.

Puede girar en torno a temas artísticos y culturales, divulgación política, filosofía, experiencias personales o géneros literarios como novela, poesía, prosa, etc. Abarca cualquier disciplina o forma de presentación, y es por eso que me resulta un formato muy interesante desde el que mostrarte y experimentar fusionando todo lo que te apetezca.

Les dejo por aquí algunos ejemplos visuales, para aquellas personas que no conocían este formato:


A mí en particular me interesa tanto la escritura como la ilustración, las técnicas de collage, la pintura, el diseño y los procesos artesanales de impresión (como la serigrafía). Descubrir el fanzine ha sido una apertura a un mundo que me permite fusionar mi interés por todas estas disciplinas y experimentar con todas ellas.

El fanzine creo que podría ser un formato de creación literaria y artística que encaja perfectamente en las dinámicas de un aula. De hecho, creo que podría aportar un plus para desarrollar las partes creativas del alumnado y crear un espacio de reflexión colectivo.

Hace dos años realicé en Barcelona un fanzine colectivo con 25 personas sobre ecofeminismo. En aquel espacio seleccionamos unos textos sobre esta temática, los leímos en grupo, y después cada una de nosotras dimos rienda suelta a la creación literaria y artística inspiradas en aquellas palabras y reflexiones. Recortamos enciclopedias viejas, utilizamos hilos, acuarelas, sellos con letras, letras recortadas de revistas, papel vegetal, cartulinas… cualquier material es bienvenido en el fanzine. Cuando terminamos, compartimos entre todas los relatos y obras que habíamos realizado, nuestra vivencia haciéndolas, qué nos había transmitido… y aquello se convirtió en un libreto colectivo elaborado por todas nosotras, que más tarde digitalizamos y nos compartimos para tenerlo para siempre. Creo que este tipo de actividades enriquecería muchísimo la forma de trabajar ciertos temas en las aulas.

Sabes que el Plan de Lectura se trabaja en todos los centros, ¿qué opinión te merece?

Me encanta que sea una actividad transversal en todos los centros educativos, ya que el fomento de la lectura es primordial no solo para el disfrute de la lectura, sino porque a través de los libros desarrollamos nuestro espíritu crítico, encontramos personajes reconfortantes, nos muestran caminos para desarrollar quienes somos, fomentan la imaginación y nos ayudan a entender mejor todo lo que nos rodea.

Cuando yo estuve en el instituto el Plan de lectura consistía en leer un libro de elección propia una vez a la semana. Me encanta ver como poco a poco se incorporan más actividades e iniciativas alrededor de la lectura y la escritura, para acercarnos no solo a las letras a través del papel, sino también con quienes las escriben.

¿Tienes algún proyecto literario nuevo o en el que estés ahora mismo trabajando?

Pues recientemente he presentado en Gran Canaria el fanzine “Amiga, decoloniza tu barriga”, un proyecto que mezcla ensayos, relatos, ilustración y fotografía sobre gordofobia, feminismo, amor propio, y cómo se relacionan y se traducen en nosotras conceptos como el capitalismo, la colonización y el patriarcado. Me gustaría poder presentarlo muy pronto en Tenerife y, también, poder llevar el proyecto a algunas editoriales para que pueda convertirse en un libro con una producción más amplia y poder llegar a más gente.

Tengo varios fanzines en mente o comenzados, y también me gustaría en un futuro poder realizar talleres de fanzines colectivos, para que más personas puedan conocer el formato y crear algo entre todas las vivencias, pensamientos y diversidades posibles.

Aparte de la literatura, háblanos de otros ámbitos artísticos que despiertan tu interés.

A lo largo de esta entrevista he mencionado que me encanta experimentar todas aquellas disciplinas artísticas que voy descubriendo y me llaman la atención, tales como la pintura, la ilustración, la realización de joyas, cerámica, el collage, la costura, la música, etc.

Mi recomendación en este aspecto es que cuando una disciplina te guste, te interese o te cause curiosidad la realices sin juzgarte, sin compararte con otras personas, sabiendo que los buenos resultados llegan con la práctica, y que, sobre todo, debes confiar en tus propios procesos creativos.